sábado, 1 de junio de 2013

Todo está quieto a través del vidrio

Podemos imaginarlo todo,
predecirlo todo, 
salvo 
hasta dónde podemos hundirnos.

Cioran

Todo está quieto a través del vidrio. Tu cola se deliza cuidadosamente sin romper sin ruido sin una pizca de ternura.  Tu soberbia felina me provoca, te contemplo en mi habitación.  Un rumor entre los árboles, después del mal tiempo convierte la monotonía de mis ojos y se quedan estáticos, los cables eléctricos columpian zapatos los bambolea como si anunciaran su discurso, y los miro aliviada, todo se ha hundido sin mí, y puedo decidir beber el vino o dejarlo, entibiarme o helarme en la rigurosa estación invernal,  pero tú no sabes que me quedo aquí y que vuela mi imaginación hacia el pasado.  Todo es pasado y he arado entre tejado y goznes chirriantes con la placidez de un animal doméstico.  Temo que te esfumes entre los techos, tu movimiento es el único amor que me mueve en esta existencia, los aires tienen nombre y me voy adormeciendo está tarde entre seres invisibles, por eso temo que te escabullas entre los techos. 




                               Fotografía:  Mariana Contreras